El cuerpo era de un hombre de 70 años, ingeniero de caminos y empleado de Telefónica, el cuerpo llevaba más de un año por causas naturales.

El pasado miércoles por la tarde la Policía Nacional de Vallecas recibió una llamada avisando que un grupo de personas intentaban okupar un piso en el barrio madrileño de Puente de Vallecas, pero cuando los agentes entraron en el lugar, descubrieron que había un cadáver momificado. El hallazgo tuvo lugar en una casa situada en el número 98 de la avenida de Pablo Neruda de Vallecas. La casa, además, estaba repleta de basura a causa del síndrome de Diógenes, enfermedad que el fallecido tenía.
No estaba casado, no tenía hijos ni tenía relación con ningún familiar. Tenía una casa en la sierra de Madrid y los vecinos pensaban que se había ido allí a vivir. Nadie allí pensaba que podría haber fallecido porque no habían notado ningún olor raro.
Hace 10 días unos miembros de un clan acudieron al bloque y se presentaron delante de la puerta de la casa, llamaron a los vecinos y preguntaron si la persona que allí vivía había fallecido como ellos sospechaban. Enseguida, los vecinos se asustaron y se reunieron de forma urgente convocando una reunión el pasado domingo 28 de abril. Tras varias gestiones, localizaron a una prima del hombre que era la única que se había preocupado en algún momento por él, pero ella solo pudo confirmar que no estaba viviendo en su casa de la sierra.
Finalmente los agentes entraron en el piso y en una de las habitaciones y se encontraron el cuerpo sin vida y momificado. El ambiente de la casa tras su muerte había propiciado que el cuerpo no entrase en el proceso de putrefacción.
Se descartó enseguida que se tratase de una muerta violenta.